La entonación en español es importante
La importancia de la entonación cuando hablamos español es real.
Ahora ya conoces el español, lo has leído y lo has escrito.
Estoy segura de que cuando lees un texto, un libro, un artículo o cuando oyes una conversación, puedes interpretar el sentido de lo que está escrito gracias a que conoces el vocabulario, el orden de las frases, un poco de gramática y además, muy importante, los signos de puntuación.
Los puntos, las comas, la interrogación y la exclamación, por ejemplo.
Muchos matices en el discurso oral se manifiestan mediante las pausas, los cambios de tono, la duración o intensidad en la curva melódica y a veces, es difícil transmitir toda su riqueza a través de la escritura.
La puntuación, por tanto, tiene sus límites.
Quiero que me entiendas cuando hablo español
En la lengua hablada, en español, el acento, el ritmo, la entonación, la melodía son imprescindibles para entender lo que nos dicen.
¿Cómo vas a saber que me alegro de que hayas conocido a mi amiga María si no le pongo la entonación?
La entonación en español es importante.
No es lo mismo que oigas:
- Conoces a María. ¿Conoces a María? O ¡Conoces a María!
En “Conoces a María” estoy declarando algo, lo digo porque lo sé, pero puede que me sea indiferente, que no me importe.
Y mi entonación es declarativa, típicamente descendente.
Me voy desde arriba hasta abajo Conoces a María.
Si te digo ¿Conoces a María? Aquí mi entonación hace subida y bajada.
Te lo estoy preguntando y quiero saber la respuesta ¿La conoces o no? Parece que me interesa.
Y cuando oyes ¡Conoces a María! La entonación hace ondulaciones, sube, baja y vuelve a subir. Así, sabes que me alegra, que estoy contenta.
En otros idiomas, como el inglés, cuando empieza una pregunta hay un marcador que nos lo indica, tanto si leemos como si escuchamos a alguien tenemos una pista muy clara de qué se espera de nosotros.
You know María.
Do you know María?
Do you nos avisa de que es una pregunta.
En español tienes que decírmelo tú, con tu melodía, con tu tono de voz. Si no lo haces vas a parecer un robot sin sentimientos, y tu mensaje no acabará de llegar bien a la persona que te escucha.
Por ejemplo:
No es lo mismo decir:
Tienes hambre o ¿tienes hambre?
Resumiendo
En nuestro idioma hablamos a través de la melodía de las palabras. Lo que oímos, lo entendemos y lo interpretamos no solo a través del significado de las palabras si no por medio del tono que usamos, del sentimiento que le ponemos.
Hacemos simples declaraciones o añadimos también el tono propio de cada persona y su personalidad, su manera de enfadarse, alegrarse o sorprenderse.
Yo no soy actriz, ni mucho menos, pero a veces me toca hacer teatro con mis alumnos para que entonen bien las palabras y las frases. Exagero los acentos y les pido que lo imiten para que aprendan una buena fonética.
Sé que esto es algo que en muchas clases de español ni se explica, pero yo creo que realmente, es una de las partes más importantes si quieres que te entiendan.
¡Tenlo en cuenta!
Nos vemos pronto.